Desde el 2010, el colectivo de voluntarios “Salvemos Rioseco” viene organizando la Semana del voluntariado y realizando diferentes actividades que buscan la recuperación del monasterio de Santa María de Rioseco. Se trata de una edificación que se encuentra a orillas del Ebro, en el escondido Valle de Manzanedo, en la Comarca de Las Merindades, dentro del parque natural del alto Ebro y Rudrón.

Durante este tiempo, muchas han sido las personas venidas de todos los rincones de España para reconstruir y evitar el derrumbe de esta construcción del siglo XIII. Año tras año el número de voluntarios que acuden a la llamada va en aumento y las personas con capacidades diversas de Asamimer lo han vuelto a hacer por tercer año consecutivo. Se han convertido en voluntarios comprometidos con la causa que no han dudado ni un instante en volver a participar. Se trata de acompañar en las labores de recuperación del monasterio del municipio y por eso, las personas que reciben apoyos en la entidad, han querido volver a formar parte de este equipo humano que persigue recuperar un pedacito de la historia de la Comarca de las Merindades.

Con la ayuda de voluntarios como los participantes de Asamimer se está consiguiendo consolidar zonas de peligro de derrumbe del monasterio y descubrir partes importantes del convento. Olga, como usuaria del Centro Ocupacional Padre Manjón y voluntaria de la actividad, comentó que “a pesar del calor nos lo hemos pasado genial y hemos disfrutado igual o más que los veranos anteriores”.

El único requisito para apuntarse como voluntario a este campo de trabajo es tener ganas de ayudar y las personas con capacidades diversas de Asamimer tienen de sobra. Creen que de esta manera nadie podrá decir que Rioseco está en el olvido y ya han mostrado su compromiso con el colectivo de voluntariados de la iniciativa para volver a verse en julio de 2018.

El verano continúa y por lo tanto las actividades también, así que seguiremos disfrutándolo como se merece cargando pilas para lo que nos queda de año.