Dentro de tres semanas comienzan las clases. La vuelta al cole supone pertrecharse del material y herramientas necesarios para entrar en el nuevo curso escolar. También el inicio del curso debería suponer, en un plano más inmaterial, abrir la reflexión y el debate para abordar la mejora de la educación inclusiva, la revolución pendiente del movimiento asociativo que defiende la plena inclusión de las personas con discapacidad, y discapacidad intelectual específicamente. Una integración global que pasa por asegurar este derecho, contenido en la Constitución y en la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad de Naciones Unidas.

El profesorado, las familias y todo el alumnado son actores clave para abordar la mejora de la educación inclusiva. Formar, apoyar y sensibilizar son verbos decisivos que acompañan a los actores de más arriba.

Y hay que señalar otros actores, las administraciones públicas, que deben tomarse en serio este objetivo, porque queda mucho camino por recorrer hacia la educación inclusiva.

Al alumnado con discapacidad intelectual que están o han estado escolarizados en centros ordinarios se le ha preguntado sobre las cuestiones que son importantes para ellos en materia de educación. En sus respuestas señalan que es necesario sensibilizar al conjunto de la comunidad educativa para mejorar la educación inclusiva. Sus opiniones están recogidas en el documento “La educación inclusiva que quieren nuestros jóvenes”.

En este documento (de Plena inclusión Madrid) expresan su deseo de pasar más tiempo en su clase con sus compañeros: “Aprendemos mucho cuando en el aula están el maestro y el profesor de apoyo”, pero son conscientes también de las limitaciones que tiene el profesorado: “hacen todo lo que pueden por atendernos. Para ellos no es fácil darnos respuesta porque no conocen nuestras características y no cuentan con la formación ni los apoyos suficientes”.

Esta falta de formación y de sensibilización sobre la diversidad del alumnado, la perciben también en compañeros y familias. A su juicio “es necesario hablar con naturalidad de la discapacidad para romper imágenes negativas y dar valor a la persona y a los apoyos naturales que nos podemos dar unos a otros”.

La necesidad de implantar metodologías y programar las actividades en el aula para todos son otras consideraciones que recoge el documento (de 13 páginas) que puede leerse aquí.

Fuente. Plena inclusión Madrid