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Desde el área rural de Salas de los Infantes os enviamos este texto elaborado por un grupo de personas con capacidades diversas que aquí viven y que el pasado fin de semana fueron a una casa rural de la provincia de Valladolid para hacer diferentes actividades por la zona.

El viernes día 8 de septiembre nos fuimos un grupito de 13 chic@s a pasar un fin de semana en Villasexmir, que es un pueblo de Valladolid, cerca de Tordesillas.

Salimos después de comer de Salas, con mucha ilusión por disfrutar unos días fuera del Centro.

A la llegada a Castromonte nos fuimos a ver el Centro de interpretación de la vida rural de la Santa Espina. Era como un museo de la vida agrícola, con muchos aperos de labranza distribuidos según las actividades que se realizaban en las diferentes estaciones del año. También vimos tinajas donde almacenaban alimentos. En otro apartado hacían referencia a oficios perdidos como el de zapatero con su taller y sus herramientas o cómo trabajaban el cuero para hacer sillas de montar.

Tras esta actividad cultural, nos fuimos todo ufanos a tomar algo a Torrelobatón para posteriormente llegar a la casa rural e instalarnos.

Al día siguiente nos fuimos a Tordesillas al Real Monasterio de Santa Clara que pertenece al Patrimonio Nacional, y no es para menos porque es un edificio precioso con arte románico tardío y gótico y ventanales con decoración árabe; allí vimos unos baños turcos y unas capillas con muchos cuadros y techos en relieve dorados. Ahora es un monasterio de clausura.

Más tarde fuimos a la Bodega Muelas. Es una bodega privada que regenta una familia desde el siglo XIX y que fue construida 13 m. bajo tierra, por lo que tuvimos que bajar un montón de escaleras agarrados a una cuerda. No nos fuimos sin hacer una cata…de mosto. Luisito sí que probó los caldos y dio su aprobación.

A la tarde nos fuimos al Observatorio Astronómico de Tiedra. De entrada, nos explicaron cosas sobre los planetas y las constelaciones para pasar más tarde a la cúpula del Planetario a verlos. También salimos a una terraza para mirar el Sol a través de un telescopio con filtro para no dañarnos la vista. Lo vimos naranja con unas motitas negras que en realidad eran como Europa de grandes. Cuando cambiaron de filtro lo vimos rojo y con llamaradas por la superficie.

A la vuelta a Villasexmir cenamos de chuletada, que para eso habíamos llevado las parrillas. Nos pusimos morados a chuletas, panceta, chorizo, morcilla, todo acompañado por una buena ensalada. Las monitoras asaban y nosotros ayudábamos a poner y quitar la mesa, hacer la ensalada y fregar los cacharros.

A la mañana siguiente, ya domingo y día de regreso, aprovechamos para ir de nuevo a Torrelobatón para dar un paseo hasta el Castillo, pero no entramos porque había que subir muchas escaleras. Los que quisieron fueron a la Iglesia de Santa María a misa de 12:30. Cuando nos juntamos de nuevo nos fuimos a tomar un vermut… ¡Cuántas cuestas tenía este pueblo!

Volvimos a comer a casa y esta vez lo hicimos en el patio porque hacía muy bueno. La casa rural estaba muy cuidada. Tenía una bomba de agua en el jardín y un olivo. También nos recordaba la regla de las 3R porque había cartelitos que nos recordaban que tenemos que reducir el gasto, reutilizar y reciclar lo que gastamos.

Fue un fin de semana muy divertido en el que disfrutamos de ver cosas nuevas con buen tiempo y buena compañía.