#PríngateHermano y #QuéEstáPasandoAquí son las etiquetas (hashtag) de las campañas que la federación Plena inclusión Castilla y León y la confederación estatal Plena inclusión están activando estos días en las redes sociales, un territorio en el que bastantes personas con discapacidad intelectual se bandean con cierta, bastante o notable soltura como usuarios.

Ambas campañas, aunque con objetivos específicos, tienen en común que buscan (por extensión) visibilizar (sacar a la luz, llamar la atención, hacer visible o hacer patente) a las personas con discapacidad intelectual, y buscan llamar la atención en escenarios nuevos y masivos como los que anidan en internet, haciéndolo de manera divertida, simpática, sin complejos y con desenvoltura.

Las empresas de comunicación con las que Plena nacional y Plena Castilla y León han lanzado sus campañas parece que han visto claro que la imagen de la discapacidad debe estar con los tiempos, hablar el lenguaje de los tiempos y sincronizar con los tiempos: siglo XXI y ritmos que marca internet.

Un mensaje sin aspavientos (sin tonos de otros tiempos) y con desenvoltura siempre entra mejor que si es plano o ausente de vida real y color. A los protas del mensaje, personas con discapacidad intelectual (y no) parece que se sienten cómodos protagonizando estos mensajes.

Aunque las premisas anteriores valgan también para otro tipo de campañas en la red, traerlas al lenguaje de la discapacidad intelectual quizá no sea algo tan común. Ni por el estilo (forma) ni por el medio (redes). Sobre la representatividad del mensaje y de cómo cala en el público destinatario, ese, es otro tema, que afecta al el balance final, concluidas las campañas.