La Responsabilidad Social Empresarial es una decisión voluntaria de las empresas, pero que debe formar parte de la estrategia de las compañías. Es además un compromiso necesario para mejorar el entorno y la comunidad en la que la empresa se ubica, respetando y complaciendo a sus grupos de interés. Estas son algunas de las conclusiones de las XI Jornadas de Interés Social que han tenido lugar en Burgos esta segunda semana de noviembre.

En esta ocasión en unas Jornadas que ya son un clásico en nuestra ciudad, la Gerencia Territorial de Servicios Sociales nos ha animado a debatir y analizar un hecho social y empresarial que, superando modas y corrientes ha venido para quedarse.

Algunas de las principales empresas de nuestra ciudad: L’Oreal, Campofrio, Bridgestone España, Adisseo o Benteler han mostrado en un salón de actos de la Fundación Caja Círculo repleto de asistentes, como entienden y ejercitan su modelo de RSE: buenas prácticas que van desde el cuidado especial a sus plantillas, hasta el control de sus emisiones y su compromiso con los colectivos más vulnerables.

Como no puede ser de otra manera, entidades del Tercer Sector también formaron parte de este Foro, como aliados imprescindibles de las empresas para el ejercicio de su responsabilidad social. La Administración y FAE, Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos, también han estado presentes.

Fundación CISA estuvo allí, invitados a participar en una mesa de trabajo. Trasladamos aquellas prácticas que nos llevan a aportar un elemento diferencial sobre otros modelos de hacer empleo; compartimos con los asistentes nuestro compromiso con las personas y también con nuestra comunidad, con la ética y con la transparencia. Y nos posicionamos como una empresa social que está sabiendo aliarse con las empresas en proyectos innovadores que son RSE, como el proyecto de gestión de residuos.

Visiones diferentes y distintos puntos de vista. Pero espacios para el encuentro. Encuentro entre entidades sociales que seguimos trabajando para mejorar la vida de personas en situación difícil ante el mercado laboral, y empresas que pueden y deben seguir buscando su beneficio, pero mirando hacia el entorno y compartiendo proyectos empresariales en los que incorporar un talento diferente que haga de sus espacios de trabajo un lugar más interesante, sin perder un ápice de su competitividad.

Un modelo en el que Fundación CISA ya está trabajando, y por el que apostamos.