El “Citizen Day” es el nombre que L´Oreál ha dado a su jornada de voluntariado corporativo, una acción que viene desarrollando desde hace nueve años en todas sus sedes empresariales, y que este año según datos de la empresa ha movilizado a 400 trabajadores y 140 entidades sociales.

El pasado viernes 1 de junio tuvo lugar una nueva edición, también en Burgos. Con datos de la empresa, participaron doce entidades sociales de la ciudad y un buen número de empleados de la fábrica. Y allí también estuvo Aspanias, a través del alumnado del centro Puentesaúco, con jóvenes que están en la etapa EBO (Educación Básica Obligatoria) y otros en su etapa formativa-ocupacional. En total participaron 22 alumnos y alumnas acompañados por sus personas de apoyo.

Frente a experiencias de años anteriores, en las que los trabajadores voluntarios de L´Oréal se acercaban a los proyectos o centros de las entidades sociales, esta vez los miembros de las asociaciones han ido a la factoría de productos capilares para participar en un proyecto medioambiental que quiere alumbrar esta empresa. La creación de un parque ecológico que sea santo y seña de la política de medioambiente y sostenibilidad de esta empresa en el polígono de Villalonquéjar, según ha explicado su director de fábrica, Benoît Mocquant.

Para empezar a andar este proyecto, el voluntariado corporativo de L´Oréal organizó un “Citizen Day”una con actividades como visita a la fábrica; acciones de siembra natural con bolas de arcilla y semillas; creación de huertos ecológicos y celdas de biomasa. Y una yincana posibilitó y midió la pericia de sus participantes con una serie de pruebas que les permitieron ponerse en la piel de personas con otras discapacidades (visuales, físicas).

“Me gustó mucho la yincana, me lo pasé muy bien”, dice German Sanz, alumno de EBO en el Centro de Educación Especial Puentesaúco. Es la primera vez que Germán se apunta al “Citizen Day”, y no le importaría repetir. María Izquierdo (su profesora) apunta que es “muy positivo” para los chicos y chicas “conocer a otras personas” y desarrollar “actividades en grupo”.

Por su parte Belén González (maestra de educación especial, en el área ocupacional) señala que “hacer actividades diferentes fuera del aula y al aire libre, es muy motivante para ellos”.

Y “muy entretenido”, cuenta Tamara Martínez (alumna de Ocupacional). Tamara participó en los talleres de bolas de arcilla y semilla (que luego se arrojaban a la tierra) y en el montaje de una compostera para hacer compost (humus artificial) a través de la descomposición de desperdicios orgánicos).

“Ha sido una experiencia nueva para mí y repetiría, porque es diferente a lo que hacemos en el centro y eso nos estimula”, afirma Tamara.