Juntos somos más
Hoy opina... Nuria Ortiz
Pensamiento.

Cuando uno ha vivido alguna experiencia determinante la vida comienza a girar pero en una órbita diferente, tan diferente que no te reconoces en la anterior.

Hay muchas experiencias determinantes: viajar, vivir en otro país, leer, ver un amanecer del sur, caminar, el olor a tormenta en verano, la enfermedad…… Incluso las situaciones más cotidianas y sencillas tienen otro cariz después de según que acontecimientos.

La existencia no es lineal sino que la vida y el entorno la van moldeando. Aunque nos sintamos intransitables ¡lo somos tanto!, que en ocasiones cuesta definir que fue aquello que una vez definimos con libertad. Las circunstancias, el entorno, los valores personales y la cultura en la que vivimos gestionan una gran parte de nuestras reacciones, compromisos y decisiones.

Dentro de nuestra limitada aunque siempre bien ponderada independencia creemos volar, e incluso dirigir la nave que nos lleva y dirige por el mundo. Las experiencias determinantes nos hacen virar el rumbo, cambiar de esfera y percibir la esencia de la vida “Nuestros grandes momentos de felicidad”.

Mi felicidad está en el té caliente, en una conversación, en aquel libro que le dio sentido a una idea, en la bombilla que se enciende cuando se hace consciente una evidencia, en la sonrisa o abrazo de un hijo, en un lindo amanecer, en la compañía, en la soledad buscada, en un cine…

Todos estamos en la obligación de buscar la nuestra- la felicidad propia- porque está siempre con nosotros, en nuestro interior pero debemos atrevernos y buscarla.

Las experiencias determinantes y atreverse a buscar la felicidad propia nos ayuda a encontrar nuestro rumbo vital ese rumbo que nos hace ser diferentes, únicos e inimitables.