Las ilusiones y los sueños dicen, que cuidados y suficientemente renovados y acariciados. . . acaban siendo realidad.

Desde ese convencimiento iniciamos un período de descanso también en la negociación colectiva.

Y nos vamos de vacaciones convencidos de que ese producto, en el que hay muchas manos y muchas ilusiones trabajando, acabará siendo realidad. Convencidos de que un largo trabajo, un alto nivel de emprendimiento e innovación no puede quedar en el vacío.

Y sobre todo, un dispositivo esencial para la mejora de la vida de las personas verá la luz sin tardar demasiado.

La negociación esta en un punto alto, novedoso e incluso en algunos momentos sorprendente, pero, en el ámbito de lo social, nadie nos garantizó que los mayores logros fueran los mas sencillos. Bien al contrario, por múltiples razones, los procesos se complejizan, pero, tenemos claro que no perderemos el objetivo final.

Gracias y buen verano a los que se lo creyeron, a los que tienen intenciones limpias y a los que, cuando debaten, piensan, discuten y adoptan posturas valientes. . . están pensando prioritariamente en las personas con las que trabajamos.

Buen verano.

José María Ibáñez