En no pocas ocasiones, las mejores ideas surgen una tarde cualquiera. O en este caso, una mañana de prácticas de un curso, de un título universitario, para personas con discapacidad intelectual. La verdad es que todo suena diferente, como diferente de cualquier otro, es la persona que hoy ocupa este espacio, Jorge Ruiz.

No queremos hablar de él, aunque sí diremos de él que es un joven con discapacidad intelectual, amigable, nervioso, tímido, buen conversador, inquieto y con una seguridad en sí mismo, que solo puede haber sido forjada por quien ha sentido miedo y rabia, pero que ha contado siempre con los mejores apoyos y solo piensa en mirar hacia delante. En definitiva, una persona con más de 1000 capacidades.

Y de la persona a la obra, y esta obra, aún inconclusa, no es ni más ni menos, que un taller para combatir el acoso escolar en las aulas de nuestros colegios. Algo que nuestro protagonista conoce muy de cerca, pues tal como nos señala, “yo lo sufrí y no quiero que esto le pase a más personas”.

El taller para la prevención del acoso escolar o bullying en el aula está preparado para que en cincuenta minutos cada uno de los potenciales destinatarios (docentes, alumnado o familiares), sepan qué es y cómo combatir una realidad que tal como expresaba Jesús Martín, delegado de Derechos Humanos y para la Convención del ONU sobre Discapacidad del CERMI, hace escasas fechas en una jornada organizada por Fundación ONCE en Madrid, con motivo del inicio del curso escolar, tiene una mayor incidencia sobre el alumnado con discapacidad.

En todo caso, el acoso escolar sobre niños y adolescentes con discapacidad es una realidad aún no suficientemente retratada ni estudiada. De este modo, para tratar de acabar con este vacío de conocimiento y con la idea de generar propuestas que permitan articular políticas más eficaces para acabar con esta lacra, la Fundación ONCE y CERMI han iniciado este mes de septiembre un estudio online al que invitan a participar a todas las personas implicadas (se puede acceder al cuestionario a través del siguiente enlace.

Ruiz explica que el taller está adaptado para todos los públicos. Profesores, padres y alumnos de todas las edades y con diferentes necesidades de apoyos. Y es que el taller se adecua a cada realidad tanto en sus “contenidos y lenguaje, como en los juegos y dinámicas” a desarrollar.

El taller preparado por el ahora usuario del centro ocupacional de Puentesaúco, también incluye las “6 ideas para acabar con el acoso”, ideas que él mismo presentó y entregó en un marcapáginas a las más de 400 personas que asistieron al #Teamingday! del pasado mes de abril. Un acto organizado por la Fundación Caja Círculo y la asociación Asire, presidida esta última por Sonia Rodríguez, profesora de la Universidad de Burgos (UBU), así como tutora de Jorge Ruiz durante sus prácticas en el sindicato USO.

Si la idea de hacer el taller sobre el acoso escolar partió de Jorge Ruiz, todo ello no habría podido hacerse sin la implicación y el compromiso de Sonia Rodríguez, pues tal como reconoce nuestro joven protagonista, “ella me ayudó a preparar y a organizarlo todo”.

La doctora Rodríguez tilda de verdadera oportunidad el haber podido trabajar junto a Jorge sobre un tema -como es el acoso escolar-, al que no duda en calificar como “una lacra educativa contra la que debemos trabajar desde la educación”. Asimismo, la profesora de la facultad de Educación de la UBU valora como muy positiva y valiosa la propuesta, ya que “nadie sabe más de acoso que aquella persona que lo ha sufrido”. De igual forma, llama la atención sobre la importancia de “educar en la convivencia desde la inclusión educativa y enseñar a ver en la diferencia una ventaja para el aprendizaje”.

Foto: TEAMINDAY

Jorge Ruiz dice tenerlo muy claro. Por lo que no duda en compartir su receta, sintetizada en seis ideas, para acabar con el acoso escolar: (todos) somos iguales, no es un secreto, no eres culpable, el agresor/a (también) necesita ayuda, es necesario un seguimiento, y, las familias son la pieza clave.

Asimismo, Ruiz nos aporta qué debe de hacer un alumno o alumna cuando sufra acoso, “lo primero que debe hacer es contárselo a sus padres y a sus profesores, si estos últimos no hacen caso, a la dirección del centro, y si aun así no se toman medidas, denunciarlo”. De igual forma, recalca que, para él, el apoyo de la familia “es lo más importante”.

Nuestro tiempo se acaba, y por ello, Ruiz aprovecha la ocasión para reclamar “el apoyo de instituciones, colegios, universidad y otras organizaciones como Aspanias”, para que le ayuden a desarrollar este taller, y lograr con ello que “no haya ni abusones ni acosadores en nuestras escuelas”.

El tiempo lo dirá, pero a buen seguro, la preparación, el empeño y las ganas de Jorge por superar todo tipo de obstáculos, no solo permitirán que él siga siendo un hombre bueno, sino que hará de todos nosotros unas mejores personas y unos mejores ciudadanos. A su vez, propuestas valientes como esta habrán de lograr que el respeto a la diferencia y el reconocimiento a la diversidad sean valores compartidos tanto en nuestras escuelas como en nuestras calles.