Dicen que el otoño es la época para preparar la tierra para el florecimiento de la primavera, así que cuando me invitaron el pasado viernes 26 de octubre a la XXIII edición de la Escuela de Otoño que organiza la Plataforma de Voluntariado de España, pensé que era una buena idea ir como voluntaria de ASPANIAS a preparar mi semillero de proyectos y formación para que mi voluntariado en esta entidad fuera todavía más efectiva.

Y la verdad es que no me equivoqué y arropada por la acogida estupenda por parte de los leoneses empezaron las conferencias y talleres. Aprendimos las pautas para el desarrollo sostenible y un mundo más igualitario. De la mano de Pablo Tovar supimos como entender las emociones y como convertirlas en un gran motor de la motivación y superación.

Con el subidón que nos proporcionó Pablo nos reunimos para comer y allí, a parte de disfrutar de los manjares, nos alimentamos de las conversaciones con otros voluntarios y técnicos a nivel nacional en un ambiente muy cordial.

Llego la tarde y nos nutrimos con información sobre el voluntariado en Europa, nuevas tecnologías aplicables, comunicación, resolución de conflictos y de cómo fomentar la participación.

Sin lugar a duda, este tipo de jornadas son una gran oportunidad para que voluntarios y técnicos intercambien experiencias y conozcan otras realidades. No me equivoco cuando afirmo que hemos vuelto con el “semillero” lleno de ideas, proyectos e ilusiones. Ahora solo queda regarlas y ponerlas en marcha para que la primavera en nuestras entidades esté llena de luz y color.

Gracias a Aspanias y a la Plataforma del Voluntariado de España por esta Escuela de Otoño.