La literatura como escaparate del presente es un acierto. Mayor aún si se premia su calidad. Los fundamentos anteriores duplican su valor si se centran en la esfera de la discapacidad; y lo triplican si sus protagonistas son mujeres con discapacidad…El poder de una buena novela se convierte así en exponencial.

La escritora Cristina Morales (Granada, 1985) ha ganado el Premio Herralde de Novela 2018 con “Lectura fácil”, la historia de Marga, Nati, Patricia y Àngels, cuatro primas con distintos grados de discapacidad intelectual, que comparten un piso tutelado afincado en la Barcelona actual. Estas mujeres han pasado buena parte de sus vidas en centros para personas de su colectivo.

Marga, Nati, Patricia y Àngels se sienten libres y viven sin complejos su discapacidad, que no les impide abordar y reflejar los desahucios, el machismo, la sexualidad o la precariedad moral y económica. El relato aborda asimismo cuestiones como la esterilización de las mujeres con discapacidad y su incapacitación jurídica.

Tras la concesión del premio, Cristina Morales ha declarado(El País, 5.11.208) que se preguntaba si en la novela debía emular el nivel expresivo de las personas con discapacidad intelectual, pero que optó por “no imitar su balbuceo, sino coger su tono a partir de lo popular, de los dichos y giros; mi obsesión era cómo ser capaz de escribir esa radicalidad suya que desde fuera es vista como discapacidad". En esa línea se explica el título de la novela, Lectura fácil, género de nuevo cuño de los años 70 pensado para colectivos con dificultades de comprensión.

¡Enhorabuena, Cristina!