Para muchos de nosotros y nosotras mantener una conversación vía skype se ha podido volver en algo común por la práctica y frecuencia del uso que hacemos de esta herramienta de comunicación que salva distancias físicas. Y económicas. Lo que no deja de lado es -si nos paramos a pensar de nuevo en ello- que siga siendo asombroso lo fantástico que puede llegar a ser su uso. Y las ventajas que ha abierto en muchos frentes como el de evitar el desplazamiento físico de personas, por ejemplo, con el consiguiente ahorro económico y mejor administración del tiempo.

Mantener una videoconversación individual o grupal en la distancia con estos nuevos soportes de comunicación -como skype- abre muchos caminos en infinidad de frentes. Uno de ellos es el pedagógico, que salvo excepciones u obedeciendo a hechos puntuales, no se han explorado e incorporado suficientemente a la enseñanza.

Un ejemplo de sus posibilidades educativas ha sido la experiencia que esta misma semana ha vivido el alumnado del Centro Educativo Puentesaúco. Los chicos y chicas del centro han recorrido unos 15.000 kilómetros sin moverse del aula (lo contamos con más detalle en otro artículo de este boletín) para llegar a la Antártica (o Antártida), concretamente a la isla Decepción, donde se encuentra una de las dos bases que España tiene en el continente blanco: la Base Antártica “Gabriel de Castilla”.

La “lección”, impartida por el director de esta Base (Juan José Perada López), sobre cómo es ese continente blanco, cómo se vive allí, qué especies lo pueblan, qué investiga el Ejército de Tierra Español en es esa parte del planeta…, ha sido una clase en vivo y en directo propiciada por las nuevas tecnologías que están “diciendo” a la enseñanza que se suba a ellas y las saque todo el provecho posible. Y ahora, a probar nuevas metodologías docentes. El camino ya está abierto.