Foto: Alumnos de Puentesaúco en Búbal (Huesca)

Alumnos del Centro de Educación Y Formación Puentesaúco han participado durante una semana en el Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados (PRUEPA) que ha escogido en esta ocasión el pueblo abandonado de Búbal (Huesca). En esta experiencia, que ha durado desde el domingo 2 al sábado 8 de junio, han estado acompañados por alumnos del colegio La Salle-El Pilar de Alfaro (La Rioja), lo cual ha convertido esta aventura en inclusiva.

En total 23 alumnos pertenecientes a los programas de educación básica obligatoria, transición a la vida adulta y formación profesional básica, junto a tres profesores, han realizado una serie de actividades (ganadería, agricultura-jardinería, cantería y carpintería), talleres (cremas y ungüentos, panadería, meteorología y barro) y salidas a otras localidades de la provincia de Huesca como: Polituara y Hoz de Jaca.

Foto: Alumnos de Puentesaúco conociendo el mundo rural

Además, como no podía ser de otra manera, los alumnos de Puentesaúco han desarrollado su proyecto vinculado con las fuentes de energía y los residuos de Búbal, proyecto que les ha permitido ser premiados en el marco del programa PRUEPA, el cual ha financiado su estancia. En este sentido, los alumnos han identificado las fuentes de energía del pueblo, han conocido in situ la gestión de los residuos y han puesto en común lo aprendido gracias a los debates posteriores.

Juanjo Rodríguez, director del Centro de Educación y Formación Puentesaúco, ha señalado que “hay que felicitar a los alumnos por el buen hacer, el buen estar y a los profesionales por su dedicación al proyecto. Asimismo, Rodríguez se ha mostrado partidario de repetir la experiencia en el futuro.

Foto: Alumnos de Puentesaúco realizando un taller de barro

El pueblo abandonado se ubica en la localidad del Valle de Tena y forma parte del Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados que en 1984 pusieron en marcha el Estado y el Gobierno de Aragón. Búbal fue expropiado en su día por la Confederación Hidrográfica del Ebro para construir el embalse y, como consecuencia, quedó inundado gran parte del pueblo.

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