Otra semana más. . .

El Diálogo Social, esta semana, nos descubre una faceta nueva, un nuevo formato en el que las partes protagonistas proponen excelentes objetivos y una capacidad de compromiso y de diálogo de alto nivel.

Esta semana queremos aprender del diálogo con el mundo significativo del deporte.

Meses atrás, de la mano de los responsables máximos de la Fundación Burgos Club de Fútbol, abrimos una línea de comunicación permanente, de conocimiento mutuo y de compartir ilusiones y hasta sueños. Nombres tan significativos como Julián, Candela... aportan valor y calidad humana, personal y deportiva. Con ellos, el dialogo, la empatía, la cercanía y la cooperación son fructíferos.

Con ellos, como representantes de esa excelente Fundación, hemos abierto vías de oportunidad y de verdadera incorporación social para las personas con discapacidad. Estamos más cerca de la plenitud de derechos de ciudadanía. Es fácil ilusionarse (así estamos) con personas y organizaciones que piensan en plural, que creen que es posible e imprescindible mejorar y que la calidad de una sociedad depende de la acogida y del apoyo que se presta a las personas que buscan y esperan nuevas oportunidades.

Felicidades, Julián, felicidades inmensas Candela… por innovar, por idear nuevos espacios para el Diálogo Social, por pensar y articular dispositivos y soportes de mejora. Ya os hemos incorporado a nuestro Club de personas comprometidas y organizaciones sociales valientes, con principios y valores.

Desde este humilde rincón previo al fin de semana, os deseamos éxito (¡está asegurado!) y queremos que nuestra imagen, el próximo domingo en el Plantío, la veáis como una complicidad de largo recorrido y un respaldo incondicional a lo que pensáis, proponéis y desarrolláis.

Este fin de semana, queridos lectores sean, si cabe, más felices porque en nuestra ciudad hay nuevos actores, nuevas ideas y hasta una propuesta de nuevas realizaciones. Un aplauso para ellos. Estaremos en el Plantío para empezar a visualizar que los sueños bien acariciados… se cumplen.

Gracias. . .

José Mª Ibáñez