Una gestión adecuada del conocimiento dentro de las entidades es imprescindible para mantener una correcta coordinación entre compañeros, realizar un trabajo más eficiente y supone el ‘motor de la innovación social’. Tanto es así que recientemente Plena Inclusión Castilla y León organizó unas jornadas formativas destinadas a visibilizar la importancia de este ámbito y presentar nuevas herramientas tecnológicas de gestión de conocimiento.
Aprovechando que el conocimiento está de actualidad, vamos a enumerar una serie de recomendaciones que los lectores pueden utilizar para mejorar la gestión de este intangible, tanto en su trabajo como en su vida privada. ¡Ahí van!
- Simplificar: Es necesario evitar la burocratización de los procesos y simplificar la documentación generada. Es especialmente relevante en los casos en los que la gestión se convierte en un elemento que resta tiempo al hecho tangible y a la verdadera misión de la entidad. Además, en el tercer sector hay dificultades para conseguir financiación externa que no esté vinculado a actividades y proyectos concretos, por eso es aún más necesario priorizar lo tangible.
- Participación y Compromiso: Es fundamental promover la participación de todas las personas que integran la organización en el proceso de diseño e implementación de los protocolos de gestión del conocimiento. Hay que evitar las resistencias al cambio y fomentar que las personas del equipo vivan este proceso como una oportunidad de mejora y no como una sobrecarga de trabajo.
- Marcar Objetivos: Es necesario hacerse la siguiente pregunta: ¿Para qué queremos “hacer” gestión del conocimiento? En este sentido, el proceso debe estar orientado a obtener mejoras concretas pues requiere de la utilización de un buen número de recursos, tiempo y tecnología. Si no se marcan objetivos concretos y medibles corremos el riesgo de que en el seno de la entidad se consideren estos procesos como “inútiles”.
- Proactividad: Sé proactivo, pues tú eres el responsable de la gestión de tu conocimiento. Si necesitas saber alguna cosa, pregunta; comparte tu conocimiento y experiencias, no esperes a que la gente te pregunte, adelántate para compartir tus aciertos y errores con aquellos a los que tu experiencia pueda beneficiar.
- Analizar proyectos: Cuando participes en proyectos, invita al equipo a entrar en dinámicas de aprendizaje. Averigua qué se ha hecho antes, qué salió bien y valdría la pena repetir, que no salió bien y deberíamos cambiar. Durante el proyecto, toma nota de los aprendizajes que puedan servir a otros que vayan a asumir retos similares y, cuando finalice el proyecto, lleva a cabo una recopilación de todo lo aprendido y dale un formato adecuado para que otros lo puedan reutilizar. ¡Analiza las victorias y aprende de las derrotas! ¡El conocimiento es un bien muy valioso!
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