La estructura orgánica y su implantación ha sido un proceso de gran interés en las adaptaciones desde el modelo anterior y con una secuencia operativa de 16 meses en 4 etapas ha conseguido, en términos generales, una implantación adecuada con modificaciones importantes sobre el proyecto inicial.

El largo proceso de dificultades desde el año 2008, en el ámbito de la financiación pública y la falta de recursos en consecuencia, motivaron una toma de conciencia de la dificultad que se avecinaba y que en el seno de nuestro Grupo, se concretó en una propuesta de medidas de ajuste, especialmente entre los años 2011 y 2014 y una definición de planes de desarrollo secuenciados año a año que tuvieron consecuencias positivas en cuanto al sostenimiento del Proyecto en su conjunto, pero que no resultaron suficientes generando un nivel de endeudamiento progresivo, que llevó de lo coyuntural a lo estructural de una manera acelerada.

Un segundo aspecto es que el proceso de dificultades de los años mencionados, motivó la toma de conciencia y por tanto la búsqueda de recursos alternativos, que resultaron ser complementarios de las vías principales de financiación a través de los conciertos de reserva de plazas, y que supusieron una financiación añadida y decisiva para la sostenibilidad y mantenimiento del Proyecto, pero que no acabaron de eliminar los problemas que en ese periodo se generaron en el ámbito financiero.

El acicate de la priorización del medio rural, como un elemento estratégico fundamental, propició en los últimos 8 años las iniciativas de diversificación en colectivos y en modelos de financiación público-privada, que “justificaron” la dimensión de la estructura orgánica que provenía de los primeros años del siglo XXI (años de crecimiento en los recursos públicos) y ayudaron al mantenimiento del empleo, en tiempos ya de una dificultad para hacerlo (en el ámbito profesional y en el del CEE).

El intento de construir con empeño y priorización política y estratégica en el Grupo de un convenio supraempresarial y suprasectorial que no llegó a buen término pero que propició una mayor toma de conciencia y una mejora de las relaciones laborales como principio fundamental para la calidad de atención y la necesaria vuelta al convenio sectorial a la espera de mejores oportunidades para el dialogo social dentro del Grupo Aspanias.
No obstante, a pesar de las dificultades hemos llegado a acuerdos con la representación legal de los trabajadores, acuerdos importantes, uno para el ajuste de personal de nuestra Fundación Aspanias y otro relacionado con una mejora en las vacaciones de los trabajadores. Parece que avanzamos positivamente en este aspecto, siempre nos ha caracterizado la transparencia en la información y en dar a conocer lo que estamos haciendo a todos los niveles en estos momentos de dificultad.

La ética, la moral, los principios y valores de la economía social se han visto reforzados en los últimos 15 años, tanto por la innovación de la estructura, como la renovación y ampliación de los dirigentes institucionales en su toma de conciencia y en la cultura de pertenencia, garantizando siempre en los mencionados órganos la mayoría de presencia de los patronos procedentes del ámbito familiar.

La mejora continua es uno de nuestros principios, a lo que nos ha ayudado el pilotaje sobre el nuevo sistema de Calidad Plena, de Plena inclusión, que estamos desarrollando. Proyecto pionero a nivel estatal. Actualmente disponemos de un plan de mejora para la organización en los tres Ejes del Modelo: Ética, Calidad de Vida y Calidad en la Gestión.

Nuestra preocupación por la Calidad y la Calidez en la atención a las personas, nos ha llevado a reforzar un plan más completo de análisis, priorización y prevención de las infraestructuras y su mantenimiento, con el compromiso de adecuar las instalaciones a los nuevos tiempos y a las exigencias y protocolos establecidos por la pandemia Covid19.

Continuamos caminando hacia nuevos modelos de atención, en línea con la Convención Internacional de derechos de las personas con discapacidad y con la propia administración, promoviendo y defendiendo el derecho a la vida independiente e inclusiva en comunidad, mediante la puesta en marcha del servicio de vida independiente y de asistencia personal.

Nuestro modelo de atención, la atención integral centrada en la persona, implantado en nuestra organización desde 2014, es nuestro horizonte desde entonces, años de implantación han llevado a cambios profundos en los servicios del Grupo, donde hemos pasado de lo colectivo a lo individual, al protagonismo de las personas, la personalización, y donde apoyar el desarrollo y la continuidad de los proyectos de vida es nuestro objetivo, proporcionando así los apoyos necesarios para ello.
Hemos trabajado intensamente en la formación de los profesionales, garantizando los apoyos adecuados a cada persona.

Pertenencia a nuestra Federación Plena inclusión, desde siempre, desde que nació, estamos ahí, somos fundadores de Plena, somos Plena, siempre lo hemos visto como una oportunidad de mejorar, de crecer, de compartir y hasta a veces de cuestionar determinados desarrollos. Somos y seguiremos siendo Plena inclusión, pero desde la conciencia clara de que los entornos cambian, las dificultades crecen y la necesidad de adaptarse es permanente.

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