Disfrutamos de las cosas bien hechas, recuerdo un refrán que repetía mi abuela que decía “lo bien hecho, bien parece”, quería transmitiros en estas líneas lo que supone pertenecer al departamento de mantenimiento del Grupo.

Se comenta que sólo se acuerdan de nosotros cuando algo no funciona, y es cierto, pero que bien que se acuerden de uno.

Para pertenecer a este equipo hay que tener un carácter especial, un toque de genio, una pizca de rareza, una capacidad innata para poder decir no a la primera, pero un fondo inmenso y una capacidad de trabajo por encima de barreras, de distancias y de entidades o departamentos.

Para que el Grupo luzca una cara brillante, hay mucha gente detrás, prácticamente invisibles que arreglan enchufes, pintan, cuelgan cuadros, traen y llevan, todo esto con el compromiso de que el engranaje perfecto de la atención y prestación de apoyos a las personas con capacidades diversas funcione con la fiabilidad que merece.

Detrás de cualquier evento o convocatoria, les podéis ver: en viviendas, en la nave o residencia, en el parking, sujetando una puerta, colocando sillas, apretando el tornillo que ha dispuesto no encajar a última hora, culminando seguro un trabajo de muchas horas para conseguir el efecto deseado.

En ocasiones apoyados por cómplices disfrazados (Banco del Tiempo), padres y directivos que después de pintar puertas son capaces de recibir a los más altos cargos políticos, demostrando la misma soltura en este papel que en el anterior.

Quiero desearos que paséis un buen fin de semana a todos, pero en especial a este equipo que repara, crea y trabaja a contrarreloj en algunas ocasiones, aguanta cabreos, pero que sigue demostrando a diario su compromiso e implicación en este proyecto común y de Grupo, que con gente como ellos, merece la pena.