El verano llega para todos, y en mayor o menor medida todos tenemos algún plan en nuestra cabeza que vemos cómo recompensa a un año de trabajo. Las personas con las que trabajamos también nos cuentan con ilusión sus planes y a la vuelta, sus anécdotas y experiencias.

A los profesionales esto, además de generar un poco de envidia, en ocasiones también nos hace reflexionar sobre la evolución y mejoría que han experimentado muchas de las personas con enfermedad mental a las que acompañamos en su día a día.

A algunas de estas personas las ganas de salir y de hacer nuevos planes no siempre les acompañan, incluso les puede llegar a suponer cierto esfuerzo de superación. Por eso celebramos como un éxito que el listado de personas para ir a la playa haya crecido o que a la hora de ir a conocer un pueblo con otros compañeros del centro no sea tan importante preguntar con quién voy. Vemos también con mucho agrado que vaya aumentando el tiempo que pueden compartir con sus familiares, un buen indicador de pertenencia y de participación en su entorno.

Esperamos que esto siga avanzando y que además el mes de agosto lo continuemos disfrutando todos juntos: los que esperan y vuelven de vacaciones, y los que vienen de la provincia a pasar unos días en Burgos. Hay buenos planes e interesantes momentos para compartir con un formato diferente al habitual para romper rutinas. La actividad la trasladamos a Puentesauco, aunque solo como campamento base desde el que también poder salir a explorar otros lugares.

El verano nos reúne, aprovechemos para disfrutarlo.