Las ideas son eso, solo ideas si no tienen en su sueño un vínculo con la realidad futura, con lo concreto y cotidiano, aunque todavía no se hay materializado pero que está por llegar.

Pues bien, la CONTRATACION PÚBLICA es una de esas batallitas y mini-revoluciones que se conseguirán si se empuja entre todos los agentes de la economía social y por extensión de sus organizaciones y la capacidad de presión social que logremos en la misma dirección.

La Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS) ha puesto en marcha una interesante campaña que quiero compartir:

Es una campaña para facilitar la inclusión de cláusulas sociales y medioambientales en los procesos de contratación pública a las instituciones, tanto locales, regionales como estatales, e impulsar la compra con criterios éticos, ecológicos y de transparencia.

Su objetivo es extender el conocimiento de estas herramientas de justicia social, equidad y reparto en el entorno de la Economía Social y Solidaria, y la sociedad en general.

La campaña reivindica el uso de la contratación pública como medio útil para profundizar en valores sociales básicos como la cohesión e inclusión social, el desarrollo local y sostenible, y la eficacia, equidad y transparencia del gasto público.

Por responsabilidad política, por madurez institucional, por oportunidad social, por voluntad de justicia, es momento de que las administraciones públicas, desde lo local a lo estatal, redacten, incluyan y apliquen en sus contratos y compras las cláusulas sociales, los criterios éticos y los elementos de protección del medioambiente para hacer de lo público un espacio común, integrador y responsable.

Lo que hoy todavía es un sueño en nuestra ciudad seguro que se convierte en “buena praxis” si se aúnan voluntades. Otros van por delante, este mes Barcelona sin ir más lejos. ¿Burgos la siguiente?: