Queridas familias: os escribo para contaros algo que me da muchas vueltas en la cabeza.

Cuando me paro a pensar en mi vida y el tiempo que dedico a Aspanias, me imagino ese tiempo haciendo otras cosas: dedicárselo a mi familia, mis amigos o mis aficiones. ¿Sería más feliz?

Pienso en mis padres y en lo que han trabajado para sacar adelante a sus siete hijos y a uno en especial, en su preocupación por su futuro. Esa preocupación sigue en mi madre y nos la transmite a todos y pienso ¿qué puedo hacer yo para que mi hermano viva feliz? Los pensamientos están ahí y doy vueltas a mi cabeza a menudo. Estoy involucrada en Aspanias, me siento parte de mi asociación y creo que es lo mejor que puedo hacer, me siento bien. Conozco de cerca su funcionamiento y pienso que las familias somos el soporte para mantener la entidad. Esto no sería igual si no estuviéramos detrás.

Me preocupa la participación, nos preocupa a los que participamos, ¿tenemos participación? claro que sí, tenemos incondicionales, pero me parece que no es suficiente. Somos muchos y de la participación depende la influencia para nuestras peticiones, para poder conseguir que las decisiones que se tomen sean las que nosotros queremos y no voy a dejar de perseguir mis sueños y hacer lo que yo pueda para conseguirlo.

Os cuento, la semana pasada tuvimos una reunión y viendo cómo haceros llegar el nuevo plan aprobado en la Junta Directiva para la mejora de la participación de las familias y de todos los socios, pensábamos qué puede motivaros para conseguir involucraros... ¿por qué es tan difícil conseguir vuestra participación?

Y preguntamos qué preocupa a nuestras familias y la contestación... algo que no cambia: qué será de nuestros hijos cuando faltemos, por eso nos interesa qué pasa con la dependencia, su momento, sus costes, la gestión que hacemos, la calidad de atención, la formación de todos, acceder al empleo.

Pensando en lo que nos preocupa queremos hacer un programa para todos los socios que os contaremos pronto, enfocar la atención en nuestras preocupaciones y mejorar la dinamización asociativa y así contribuir al futuro de nuestros hijos y Aspanias.

Sueño a veces viendo a todos los socios dedicando un tiempo a nuestra asociación, si fuéramos a las Asambleas, si nos apuntáramos dos horas a participar en un grupo de seguimiento del centro al que acude nuestro hijo, si llamáramos al servicio de familias para cualquier inquietud y si, y si, y si... ¿Os imagináis el impacto social de todas las familias y todos los socios en un acto? Cerrar los ojos, ¿veis la imagen? Pues eso.