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A tope con el Carnaval | |
Personas con capacidades diversas y profesionales de Aspanias han disfrutado estos días de la fiesta de carnaval, dentro y fuera de sus centros. Los del área de Vivienda han protagonizado un año más el martes de carnaval con el entierro de la sardina (martes 28). La fiesta que arrancó a las seis y media de la tarde con una chocolatada concluía unas horas después tras la procesión por las calles del barrio (G-3), lectura del pregón (a cargo de Javier Fuente Mata) y el entierro (quema) de la sardina. No faltaron los disfraces que han lucido por carnaval estos días, como tampoco los amigos y amigas del barrio (la farmacéutica Lourdes Castillejo acompañó con su acordeón), que se sumaron a la comitiva que discurrió por las calles que circundan el centro de la Fundación Aspanias Burgos. También el martes 28, en el centro de Mayores Fuentecillas, los usuarios del centro de día prepararon sus disfraces para hacer un pasacalle, en esta ocasión por el interior del centro y al ritmo de una canción de carnaval adaptada expresamente a las capacidades del grupo. Amparo Barril, al frente del taller creativo del centro Fuentecillas, ideó con sus “alumnos y alumnas” los disfraces y adornos de carnaval; el más prometedor de todos, el de enfermera. En el centro de Aspanias de Salas de los Infantes, esta popular fiesta tampoco ha pasado de largo. El primer día de marzo despidieron el carnaval vistiéndose de humanos de la Prehistoria; alrededor de unas 60 personas. El miércoles todo fue prehistórico en el centro de Salas: desde la comida que tomaron hasta los juegos que jugaron (cromañones frente a neandertales), ambientado todo en este periodo de la evolución humana. Muy cerca de ellos, los mayores de la residencia Río Arlanza vivieron el carnaval, también disfrazados, en compañía de familiares, amigos y profesionales del centro. El martes 28 prepararon un desfile de disfraces, una chocolatada y baile final. Por su parte desde el área de Ocio, Cultura y Deporte se coordinó la participación de todas las personas con capacidades diversas de los centros y servicios de Aspanias, en el gran desfile del Carnaval de Burgos que tuvo lugar el sábado 25 de febrero. La comparsa de Aspanias formada por 93 miembros -entre personas con capacidades diversas, voluntarios, familiares y profesionales – desfiló por las calles de Burgos con el nombre “Este grupo mola un huevo”, en alusión al disfraz elegido este año, de huevo frito. Clara Ruiz es una de las madres (familiar) que se ocupa de los disfraces junto a otras 12 y personas voluntarias y familiares. Su veteranía en el oficio (más de 6 años disfrazando a otros), le lleva a decir que el de este año “no ha sido el disfraz más complicado”. Un disfraz con el que ella también se viste en carnaval. “Participar (en la confección de los disfraces) me hace sentirme bien y saben que pueden contar conmigo hasta que quieran”. La novedad de este año ha sido la incorporación del grupo de percusión de la asociación Aspodemi (Miranda de Ebro) a la comparsa de Aspanias. Un grupo de música, creado hace 2 años, por iniciativa de Julio López, un mirandés apasionado de la música, que con su empeño está enseñando a un grupo de 12 compañeros del centro de día de Aspodemi, a tocar el yembé, las cajas, panderetas, palos, maracas y otros instrumentos de percusión; instrumentos que él conoce muy bien, con “sus 30 años de afición por la música”. “Yo creo –dice Julio-, que el desfile de carnaval en Burgos les ha gustado a todos; y mejor con música que sin música”. | |
Lectura Fácil Aspanias ha participado del carnaval de este año. | |